En este artículo os hablaremos de todos los lugares que consideramos imprescindibles de ver en un viaje por la fascinante Jordania. Y que, por tanto, no podéis dejar de incluir en vuestra ruta.
Porque, como ya os he explicado en nuestra “Guía completa para viajar a Jordania”, este país tiene mucho más que ofrecer a parte de su popular e impresionante ciudad de Petra. Y, para que conozcáis bien este país, debéis dejaros maravillar por todos y cada uno de los rincones y experiencias que ofrece. Desde flotar en el Mar Muerto y dormir en el increíble desierto de Wadi Rum, hasta perderos por las ruinas de Jerash, bucear en el Mar Rojo y disfrutar de su gastronomía.
Nosotros os aconsejamos dedicar por lo menos 10-12 días a recorreros el país. Ya que así podréis disfrutar de todos los lugares de los que os hablo a continuación.
Si disponéis de más, lo podréis hacer con más tiempo y calma. Pero si en cambio disponéis de menos, tendréis que descartar alguno de ellos.
Petra
La ciudad de Petra, esta fascinante ciudad construida en la piedra por los nabateos y considerada como una de las 7 Maravillas del Mundo, es sin duda la estrella de Jordania. La razón por la que muchas personas deciden viajar a este país.
Y no es para menos, porque no todos los días se puede contemplar uno de los lugares más espectaculares del mundo.
Antiguamente, esta ciudad levantada entre rocas en pleno desierto, fue la antigua capital de los nabateos. Una parada obligatoria en las rutas comerciales. Pero al perderse estas rutas, la ciudad fue abandonada, de manera que acabó desapareciendo y quedando durante siglos escondida a los ojos del mundo. Hasta principios del siglo XIX, cuando fue descubierta.
Desde entonces, ha ido ganando tanta popularidad que actualmente ya recibe millones de visitas de todo el mundo.
Para ir a conocerla, los turistas asientan su base en la ciudad de Wadi Musa, la cual se encuentra junto a la entrada principal de Petra.
Imprescindibles que ver en Petra
Hay más de ochocientos lugares registrados en Petra, pero a continuación os hablaré de aquellos que considero imprescindible que veáis:
- El Siq: la impresionante garganta de 1’2 km que te lleva frente al Tesoro de Petra. Recorrerla a primera hora de la mañana, sin gente, y ver cómo al final de ésta se revela el Tesoro de Petra, es uno de las experiencias más emotivas y brutales que viviréis en este viaje.
- El Tesoro de Petra: esta tumba real tallada en la piedra que fue construida por los nabateos en el siglo I a.C. Su fachada, de estilo helenístico, es sin duda la imagen más famosa y característica de Petra. Para disfrutarla bien, os aconsejo visitarlo a primera y última hora del día, cuando lo podréis contemplar sin a penas gente ni agobio.
- Los miradores del tesoro de Petra: hay por lo menos tres diferentes. Así que te aconsejo por lo menos visitar uno, el más accesible de todos, que se encuentra ascendiendo por las rocas en la zona derecha saliendo del Siq (y mirando al tesoro). Éste presenta una bonita tetería con unas vistas increíbles al tesoro. Tened en cuenta por eso que los beduinos se han hecho con los miradores y, aunque no deberían, te obligan a pagarles para acceder (aunque según anuncian los carteles, los miradores son públicos y gratuitos, y no de su propiedad).
- El Teatro romano: teatro que fue excavado en la roca por los nabateos hace más de dos mil años y que, posteriormente, fue renovado y ampliado por los romanos. Durante tanto el proceso de construcción como el de renovación, se seccionaron numerosas cuevas y tumbas. Éste, lo encontraréis tras pasar la Calle de las Fachadas o Siq Interior, cuyas paredes presentan más de cuarenta tumbas y casas construidas en la piedra.
- Las Tumbas reales: tras el teatro, el camino se ensancha formando una gran avenida, a la derecha de la cual quedan las conocidas como Tumbas Reales, los sepulcros más bonitos y majestuosos de la ciudad de Petra. Entre éstas destacan la Tumba de la Urna, la Tumba de la Seda, la Tumba Corintia y la Tumba del Palacio. Para visitarlas y disfrutarlas, os recomiendo hacerlo a última hora de la tarde, cuando el sol ilumina sus fachadas creando unos tonos rojizos preciosos.
- El Monasterio de Petra: aunque no tiene tanta fama como el tesoro, es uno de los lugares de Petra que sin duda os dejará con la boca abierta. Estamos hablando de un impresionante Monasterio cuya fachada es muy parecida a la del Tesoro, pero mucho mayor (50 metros de ancho por 45 metros de alto). Éste, se encuentra en lo alto de las colinas, por lo que tenéis que tener en cuenta que para llegar a él hay que realizar una ruta ascendente que presenta alrededor de 900 escalones. Una ruta dura, pero factible y con vistazas. Aunque, en el caso de querer evitarla, podéis hacer como nosotras, que llegamos al monasterio por la ruta alternativa que sale desde uno de los backdoors de Petra. Una ruta bastante larga, pero un poco menos exigente y con vistazas igualmente. Una opción que yo recomiendo mucho ya que te permite conocer más paisajes de este increíble lugar en vez de realizar el camino de los 900 escalones dos veces (ida y regreso). Para llegar hasta su inicio, nosotras pedimos a un taxi local que nos llevara al backdoor del Monasterio (por unos 15 dinares). Luego, una vez en el Monasterio, regresamos bajando los escalones, pasando por las tumbas y el Tesoro, y recorriendo el Siq hasta la entrada principal. Pero, sea como sea, tal y como os aconsejo en el apartado de “Turismo y Animales en Jordania” en nuestra guía para viajar por este país, nunca contratéis los burros que se ofrecen para llegar hasta el Monasterio. Ya no solo por no participar de su explotación, sino por seguridad. Ya que es realmente peligroso subir por estos escalones resbaladizos a lomos de un pobre burro que, encima, seguramente estará exhausto. Finalmente, quería comentaros que delante del Monasterio encontraréis una tetería excavada en la piedra y, encima de ésta, una pequeña cueva desde la que se obtiene una imagen preciosa de él.
¿Cuántos días dedicarle a Petra?
Una de las preguntas más frecuentes que hemos recibido es cuánto tiempo se necesita para visitar bien Petra.
Nosotras habíamos leído que hay gente que consigue visitarla en un solo día. Aun así, yo os aconsejo que no cometáis este error. Petra merece que le dediquéis tiempo, así que por lo menos yo os recomendaría visitarla durante dos días.
En dos días es totalmente factible recorrer bien toda Petra con calma, para poder disfrutarla. Nosotras, por ejemplo, el primer día dedicamos la mañana a recorrer el Siq y visitar El Tesoro y sus miradores, y la tarde a realizar el camino de uno de los backdoors de Petra hasta el Monasterio; regresando luego atravesando toda la ciudad (pasando de nuevo frente al Tesoro a última hora, cuando de nuevo ya no había casi gente). Y, el segundo día en cambio, repetimos el camino del Siq y la visita del Tesoro (podéis subir a alguno de los miradores que os queden) y por la tarde recorrimos tranquilamente la Calle de las Fachadas, la zona del Teatro y las Tumbas Reales.
Finalmente, por la noche, regresamos al famoso espectáculo de Petra by Night. El cual ya os adelanto que para nosotras fue una decepción y por tanto no lo recomendaremos.
Si hubiese dispuesto de un día más, seguramente hubiera visitado todos los miradores del Tesoro y/o hubiese hecho la ruta desde Little Petra. Una ruta alternativa de montaña de 13 km que une Little Petra con el Monasterio de Petra. Y que, por lo que dicen, es muy bonita, está muy poco concurrida y es muy auténtica. Realizarla pues fue una de las espinitas que me quedaron en este viaje y que espero sacarme algún día.
Recomendaciones para visitar Petra
- Dedicarle tiempo para poderla visitar bien. Unos 2-3 días.
- Llevar gorro/gorra para protegerse del sol y del calor, así como crema solar.
- Ir con suficiente agua encima así como algún que otro snack.
- Llevar unos zapatos cómodos y a ser posibles cerrados. Contad que vais a tener que caminar mucho, así como subir por escaleras y rocas.
- No participar de la explotación animal que hay. No hacerse fotos con animales ni contratar ningún paseo (ya sea en burro, caballo o camello).
- Visitarla a primerísima hora de la mañana y por la tarde. Es ideal entrar a las 6-7 de la mañana para disfrutarla sin a penas gente. Y luego de nuevo por la tarde. Ya no solo por la gente, sino porque además son las horas de menos calor y la visita será más agradable.
- Coger un guía en algún momento para que os explique cosas sobre la maravillosa ciudad de Petra, puede ser también muy buena opción.
- Finalmente, no os gastéis dinero en el espectáculo conocido como “Petra by Night”. Según nuestra experiencia no vale para nada la pena porque hoy en día lo llenan demasiado de gente y no se disfruta para nada.
Restaurantes recomendados en Wadi Musa
- Reem Beladi Restaurant: restaurante local en el que, a pesar de que nos trataron como reinas y que nos lo habían recomendado mucho, la comida no nos convenció del todo. Principalmente por los falafels, que estaban fríos y no tenían mucho sabor. Por otro lado, hemos de decir que nos invitaron a unas patatas fritas solo llegar (y tuvimos a Lucía entretenida y contenta desde el minuto uno), así como un té y pastas al finalizar la cena. El precio además nos pareció muy correcto; más aún en Wadi Musa, que es un lugar turístico que se paga. Así que si queréis un restaurante económico y detallista, id a probarlo.
- Precio: cena para dos personas y una niña por 16 JOD (unos 22€).
- Abu Elias Restaurant: nuestro restaurante favorito en Wadi Musa. Especialmente por su plato combinado de mezze, con fatoush, hummus, mutabal y hummus de remolacha. Este último especialmente conquistó nuestro corazón. Al igual que el súper kunefe que me sirvieron calentito de postre. ¡Muy recomendable!
- Precio: pagamos 17’35 JOD (unos 20€) dos personas para cenar. Es decir, unos 10€ por persona.
- Zwaya Cafe&Restaurant: en este restaurante probamos varios platos para compartir. Algunos que nos gustaron más y otros menos. Tened en cuenta que aquí el baba ganoush lo hacen con cebolla cruda y es más fuerte de lo normal. En cambio, el mutabal y los kebbe nos gustaron mucho; así como las limonadas de menta.
- Precio: almuerzo para tres por 19’5 JOD (unos 26’3€).
Little Petra
El Siq al-Barid, conocido popularmente como la Pequeña Petra (o Little Petra), es un yacimiento arqueológico que forma parte del Complejo Arqueológico de Petra; aunque se acceda por una entrada independiente.
Como su nombre indica, es mucho más pequeña que la anterior. Consta de tres áreas anchas y abiertas, conectadas por un bonito cañón de 450 metros de largo. Presentando en éste varios edificios entallados en la roca.
Se cree que Little Petra era un suburbio de Petra, un lugar de paso importante para los comerciantes. De hecho, como ya os he comentado, hay un precioso camino de montaña que une Little Petra con el Monasterio de Petra. Una ruta actualmente muy poco transitada y conocida, que en su momento fue muy utilizada por los comerciantes. Tanto, que se dice que era uno de los principales accesos a Petra.
Muchas personas descartan esta visita porque creen que es mucho menos interesante e impresionante que Petra. Y, aunque no negaremos que obviamente nada está a la altura de la única y exclusiva ciudad Petra, yo os aconsejo muchísimo su visita. Primero porque es lugar bonito, interesante y muy completo. Pues tanto el cañón como sus ruinas son preciosas, y dispone además de varios miradores con espectaculares vistas. Segundo, porque la entrada es gratuita, por lo que no os supone ningún gasto extra. Y tercero y último, porque está mucho menos masificada que su vecina Petra. Tanto, que la podréis visitar prácticamente solos (especialmente a primera y última hora del día).
¿Cuánto tiempo dedicarle a Little Petra?
Con dedicarle una tarde o una mañana es suficiente.
Yo os aconsejo que la visitéis la tarde anterior de ir a ver Petra, porque será un buen aperitivo antes de conocer esta maravilla del mundo. Y, de esta manera, la valoraréis y apreciaréis muchísimo más que si vais a visitarla después.
Por la tarde además, cuando el sol empieza a bajar, no solo hace una temperatura más agradable para la visita, sino que la luz es realmente buena y favorece mucho al paisaje.
Eso sí, tened en cuenta que alrededor de las 18h se supone que cierra la entrada, por lo que no debéis apurar. De hecho, si estás dentro puedes alargar la visita, ya que nadie te echa. Así que llegando sobre las 16h-16:30h podría ser suficiente.
¿Dónde alojarse para visitar Little Petra?
Como es una visita corta, yo os aconsejo hacerla el día que recorráis la Carretera del Rey en dirección a Petra. Y que una vez vista, os vayáis a alojaros en Wadi Musa para visitar Petra al día siguiente.
Wadi Rum
El desierto de Wadi Rum, también conocido como el Valle de la Luna, es uno de aquellos lugares que parecen sacados de otro planeta. Y, sin duda, uno de los imprescindibles que ver en cualquier viaje por Jordania.
Estamos hablando de un impresionante desierto de arena, grandes montañas y curiosas piedras, que presenta un tono rojizo muy peculiar y que se encuentra situado a 1.600 metros de altura. Un paisaje único que te hará creer que te encuentras en el mismísimo Marte.
No es de extrañar, por tanto, que fuera el lugar escogido para ser el escenario de la famosa película “Lawrence de Arabia”. Quien lo dio a conocer al mundo.
Durante años, este desierto ha sido habitado por las tribus beduinas. Así que no hay nada más auténtico que alojarse en alguno de sus increíbles campamentos beduinos para poder vivir una de las mejores experiencias que os ofrecerá este país.
Imprescindibles que ver en el desierto de Wadi Rum
Aquí os dejamos algunos de los lugares más populares que hay que visitar en una excursión por el Wadi Rum:
- La casa de Lawrence de Arabia: aunque actualmente no queda gran cosa de ella, es considerada una parada obligatoria en este desierto. Se dice que Lawrence la utilizó como refugio durante la Revuelta del Desierto. Y subiendo a las piedras que hay justo tras ella, se obtienen unas de las vistas más espectaculares y bonitas del desierto.
- Las dunas rojas: hay varias, pero las más impresionantes son las dunas rojas de Al-Hasany.
- El puente de roca de “Umn Fruth”: un pequeño puente de roca fruto de la erosión del viento que, al ser muy accesible, es una de las paradas más populares de los tours. Razón por la que también es fácil que encontréis cola para poder ascender a haceros la foto en éste. Eso sí, se dice que a última hora de la tarde es el mejor momento para visitarlo, ya que los rayos de sol lo iluminan creando unos tonos muy bonitos.
- El puente de roca de “Burdah”: con sus 80 metros de altura es el puente más grande e impresionante de este desierto. Así que para ascender a éste se necesita, no solo de estar en forma, sino también de no tener vértigo.
- “La Seta”: una curiosa roca que presenta una forma muy peculiar que como dice su nombre recuerda a una seta.
- El Cañón Barrah: un impresionante cañón de 5 km, muy popular entre escaladores.
- El Siq Abu Kashaba.
- Mirador para el atardecer: es imprescindible que acabéis la jornada disfrutando de un precioso atardecer en el desierto en alguno de sus miradores.
- La Estación de Tren de Wadi Rum: antigua estación de tren de Wadi Rum que está abandonada pero que se ha vuelto muy popular porque en ella se pueden ver antiguos trenes, tanto de carga como de pasajeros, los cuales son muy fotogénicos. Se encuentra al lado de la carretera, fuera de la zona protegida del desierto.
¿Cuántos días dedicarle al desierto de Wadi Rum?
Si le dedicas un día entero tendrás suficiente para ver y disfrutar este increíble desierto. Eso sí, pernoctando en cualquier caso, ya que pasar una noche en el desierto es una de las experiencias más especiales que viviréis en Jordania.
De todas maneras, si no vais justos de tiempo, os aconsejo que os planteéis dedicarle algo más de tiempo. Porque a nosotras nos gustó tanto este lugar que no nos queríamos ir!! Y nos hubiese encantado pasar una noche más aquí. Aunque solo fuese para descansar y disfrutar más de este increíble lugar.
Alojamiento recomendado
En nuestro artículo “Dónde alojarse en Jordania: hoteles recomendados” os hablamos de nuestro alojamiento en este desierto: el Dream Camp Wadi Rum. Uno de nuestros alojamientos favoritos de todo el viaje.
Ammán
La ciudad de Ammán, la actual capital del país, fue toda una sorpresa en nuestro viaje. Ya que habíamos escuchado algunos comentarios negativos sobre esta ciudad y, contra todo lo esperado, a nosotras nos encantó y nos pareció súper bonita e interesante. Uno de aquellos lugares en los que empiezas y acabas a gusto tu viaje. Y un imprescindible que ver en cualquier viaje por Jordania.
Esta ciudad moderna y caótica es conocida también como la ciudad blanca. Y, a parte de un gran número de restos arqueológicos importantes que ver, encontramos miradores espectaculares, un buen repertorio de street art, varias mezquitas muy bonitas y un centro histórico con mucho ambiente. Así que no desvalores Ammán que te podría llegar a parecer una parada del viaje de lo más interesante.
¿Cuántos días dedicarle a Ammán?
Muchísima gente le dedica un solo día a Ammán. Y, aunque es cierto que se puede ver lo más importante de la ciudad en un solo día, si disponéis de tiempo yo os recomendaría dedicarle dos días a esta ciudad. Pues tiene muchísimo que ofrecer y con tiempo la disfrutaréis muchísimo más y podréis verlo todo tranquilamente.
Imprescindibles que ver y hacer en Ammán
- La Ciudadela de Ammán: la joya de la ciudad. Estamos hablando de un complejo arqueológico de más de 7.000 años de antigüedad, que se erige en la cumbre de Jabal Al Qal’a, una de las colinas más altas de la ciudad. Razón por la que es uno de los mejores miradores de Ammán. Ya que se encuentra a 800 metros del nivel del mar y tiene unas vistas brutales de 360 grados de toda la ciudad. De este complejo, destaca el Templo del Hércules, el que sin duda es el lugar más popular y fotogénico de la ciudadela. Tened en cuenta que, tanto por la luz como por la temperatura, es súper recomendable visitarla por la tarde.
- Entrada incluida en la Jordan Pass.
- El Teatro Romano: espectacular teatro romano situado en pleno centro de la ciudad, con capacidad para 7.000 personas y tres gradas diferenciadas. Éste, es una huella clara de la Filadelfia romana, aunque lo que vemos no sea el original sino una restauración. Para su visita, tened en cuenta que aunque la luz para tomar fotografías es mejor durante la mañana, el atardecer desde lo más alto de sus gradas (desde donde se obtienen unas vistas increíbles de la ciudad) son espectaculares.
- El Odeón: al lado del teatro romano nos encontramos este pequeño anfiteatro con una capacidad de hasta 500 personas en el que se llevaban a cabo eventos musicales.
- El Ninfeo romano: restos de lo que antiguamente fue la fuente pública de la ciudad. Un gran recinto de dos plantas con fuentes, mosaicos, una gran piscina… todo ello dedicado a las ninfas.
- La Mezquita Al-Hussein: pequeña y bonita mezquita que encontramos en pleno centro de la ciudad, y que actualmente es uno de los lugares de reunión más importantes para los locales. Eso sí, os tendréis que conformar observándola desde fuera, pues su acceso no está permitido para los no musulmanes.
- El arte callejero de la ciudad: una de las grandes sorpresas de esta ciudad son los numerosos murales de street art que encontramos por sus calles. Así que estad atentos cuando recorráis sus calles para no perderos ninguno de ellos.
- La Rainbow Street: la calle más popular, colorida y con más ambiente de la ciudad. Una calle moderna muy fotogénica, llena de restaurantes, de bares y de mucha vida.
- La Mezquita del Rey Abdalá I: impresionante mezquita que destaca por su bonita cúpula azul y que se ha popularizado entre los turistas, no solo por su belleza, sino por ser la única mezquita de la ciudad que permite el acceso a personas no musulmanas. Una visita súper recomendable ya que su interior es realmente espectacular. Su cúpula tiene 35 metros de diámetro y llega a una altura de 31 metros. Dentro de ella, destaca un enorme candelabro suspendido en el techo con 168 lámparas en tres círculos. ¡No os la perdáis!
- Precio de la entrada: 2 JOD (=2’65€)
Restaurantes recomendados en Ammán
- Books Café: cafetería que presenta una gran librería y una bonita terraza, perfecta para desayunar o tomar algo. Nosotras acabamos en ésta porque fue de los pocos lugares que encontramos abiertos por la mañana durante el Ramadán. Y, a pesar de ser un lugar turístico y por tanto un poco caro, nos gustó bastante. Especialmente las limonadas con menta. Además, tienen una carta larga y variada de tostadas, bocadillos, tortillas y opciones dulces.
- Precio: 33€ el desayuno de 3 personas. (unos 10€ por persona).
- Hashem Restaurant: uno de los restaurantes locales más populares de la ciudad. Algo que no es de extrañar, ya que ofrece comida típica jordana, de buena calidad y a muy buen precio. A nosotras durante el ramadán nos ofrecieron un menú cerrado con hummus, patatas fritas, mutabal, pan de pita, ensalada y falafels, con el que comimos las tres y que nos costó tan solo 6 JOD (unos 7’8€). ¡La cena más barata de todo el viaje! Súper recomendable.
- Precio: unos 3€ por persona.
- Jafra Restaurant & Café: gran restaurante localizado en la primera planta de una especie de centro con tiendas y restaurantes, que ofrece un gran repertorio de comida local de muy buena calidad. El lugar perfecto para probar todos aquellos platos que no hayáis encontrado durante vuestro viaje por Jordania, como el muhammara o el eggplants Matafayeh. No dejéis de pedir tampoco el Cheese and Thyme Manakish, ya que sin duda fue el mejor manakish que probamos de todo el viaje. Finalmente, tened en cuenta que por las noches tocan música tradicional en directo, así que te ofrecen una experiencia completa. En definitiva, uno de los mejores restaurantes que encontraréis en esta ciudad.
- Precio: 5 platos y dos limonadas de menta por 14’54 JOD (unos 20€). Es decir, unos 6’7€ por persona.
- Habibah Sweets: local especializado en dulces tradicionales jordanos. Una parada obligatoria para cualquier turista, pues se dice que preparan los mejores kunefes de todo el país. Así que idlo a comprobarlo por vosotros mismos, y ya veréis como saldréis con una caja de dulces tradicionales bajo el brazo para casa. ¡Si no, os arrepentiréis!
Jerash y sus ruinas
Las ruinas de la ciudad de Jerash son un complejo arqueológico espectacular, pues estamos hablando de las ruinas romanas más importantes y mejores conservadas de Orientes Medio. Las ruinas de una de las ciudades principales la decápolis romana. Lo que, según dicen, es un pequeño trozo de Roma en Jordania y una visita imprescindible en cualquier viaje por este país.
Recorrerlas prestando atención a cada uno de sus rincones y de las preciosas vistas que ofrece, es sin duda un viaje en el tiempo que no debéis dejar de hacer. Os aseguro que os encantará.
- Precio de la entrada: incluida en la Jordan Pass ( si se compra por separado cuesta 8 JOD).
¿Cuánto tiempo dedicarle a Jerash?
Con una mañana es suficiente para visitar y recorrer bien estas ruinas. De hecho, suele ser una excursión de un día desde Ammán, ya que se encuentra a poco menos de una hora de esta ciudad, combinando su visita con la del Castillo de Ajlun. Uno de los castillos más importantes de este país que se encuentra situado en lo alto de una colina, a una media hora en coche de Jerash.
Imprescindibles que ver en las Ruinas de Jerash
Os aconsejo recorreros todo el complejo arqueológico para no perderos ningún lugar de éste. Pero en especial, debéis prestar atención a los siguientes:
- El Arco de Adriano.
- El Hipódromo.
- El Templo de Zeus.
- La Plaza Oval y sus 134 columnas.
- El Teatro Sur, con una capacidad de 3.500 espectadores y una acústica brutal.
- El Templo de Artemis y los preciosos capiteles corintios de su columnata.
- El Teatro Norte.
Restaurantes recomendados en Jerash
- Frente a las ruinas de Jerash hay un restaurante, delante de la carretera, súper recomendable. Os he dejado una imagen de su entrada con el cartel para que lo podáis reconocer, porque el nombre en español o inglés no lo conseguimos averiguar. Aquí nos dimos un buen banquete para recuperar fuerzas a base de baba ganoush, tabouleh, hummus, bureo de queso y una sopa de lentejas para Lucía. Todo realmente bueno y a muy buen precio.
- Precio: comida para tres por 13’6 JOD (unos 17€).
Mar Muerto
Conocer la sensación de flotar en las aguas saladas del Mar Muerto es una de las experiencias más increíbles y curiosas que vivirás en este país.
Estamos hablando en realidad de un lago endorreico que presenta una concentración de sal del 31% (9 veces mayor que la de los océanos). Y que por tanto, como ya anuncia su nombre, no contiene vida en su interior más allá de microorganismos.
Éste, se encuentra entre Jordania, Israel y los Territorios Palestinos, en el punto más bajo de la Tierra (a unos 430 metros por debajo del nivel del mar). Y presenta una gran cantidad de minerales (especialmente calcio y magnesio) que tienen propiedades beneficiosas para la salud de las personas.
Por todas estas características, es un lugar único que no puede faltar en cualquier ruta por este país. Un imprescindible que incluir en cualquier viaje por Jordania.
Eso sí, tened en cuenta que el Mar Muerto es un destino turístico muy popular, así que lamentablemente ya se han encargado de explotarlo bien y construir un gran número de grandes resorts por toda su costa. Los precios de los cuales, son más elevados que los alojamientos de otros destinos de este país.
Finalmente, ¡recordad no olvidaros de posturear un poco haciéndoos la típica foto flotando en el agua mientras leéis un periódico o un libro! Otro de los imprescindibles que no puede faltar en ningún viaje por Jordania.
Qué ver y hacer en el Mar Muerto
- Flotar en el Mar Muerto, ya sea en una playa pública o en una privada de un hotel.
- Disfrutar del atardecer en la playa.
- Visitar esta preciosa zona pública de baño, tanto para disfrutar de sus vistas como para darse un baño.
- Pararse en este mirador.
Recomendaciones a la hora de bañarse en el Mar Muerto
Por la excesiva salinidad que encontramos en el Mar Muerto hay que tener cierto cuidado a la hora de bañarse en sus aguas. Así que ten en cuenta estos consejos:
- No sumergir la cabeza en el agua, y mucho menos los ojos.
- Bañarse máximo unos 15-20 minutos seguidos.
- No meterse en el agua con joyas, relojes u otros objetos de valor.
- Tampoco bañarse con heridas (de hecho, al bañarte en el Mar Muerto es muy normal que descubras pequeños cortes o heridas en tu cuerpo que desconocías que tenías).
- No afeitarse ni depilarse durante las horas antes.
¿Cuántos días dedicarle al Mar Muerto?
Un día es suficiente para disfrutar del Mar Muerto y relajarse en sus playas.
Más tiempo creemos que sería demasiado, así que en caso de disponer de más días en esta zona nosotros os aconsejamos visitar el Wadi Mujib, del cual os hablamos a continuación.
Wadi Mujib
Muy cerca del Mar Muerto encontramos el Wadi Mujib, un río con una espectacular garganta que desemboca en su orilla oriental.
Éste, se encuentra en la Reserva de la Biósfera de Wadi Mujib, una reserva natural de 220 quilómetros cuadrados que presenta la menor altitud del mundo. Además de una gran biodiversidad, destacando su importancia por las aves, y un paisaje espectacular.
Acercarse por tanto a conocer el “Gran Cañón de Jordania” para hacer barranquismo por éste o relajarse en sus famosos baños termales, es algo muy popular entre los turistas.
Eso sí, hay que tener en cuenta que la mayoría de rutas que hay por este impresionante cañón están cerradas de noviembre a abril, ya que por la gran cantidad de agua que corre por éste pueden resultar peligrosas para los visitantes. A excepción de la Ibex Trail, un sendero que es totalmente seco, y los baños termales, claro está.
Nosotras de hecho, no incluimos este destino en nuestro viaje por Jordania porque para entonces las rutas seguían cerradas. Pero de estar abiertas, seguramente, tampoco lo hubiésemos hecho, ya que viajábamos con un bebé y no nos pareció el mejor destino por ello. Aunque hemos escuchado hablar maravillas a otros viajeros sobre este destino, ¡así que tenedlo en cuenta!
¿Cuántos días dedicarle a Wadi Mujib?
Con un día es más que suficiente. Y se puede visitar en una excursión desde el Mar Muerto (ya que se encuentra a unos 30 quilómetros de éste) o pernoctar y aprovechar para disfrutar de alguno de sus spas.
Qué hacer en Wadi Mujib
- Realizar alguna de sus rutas: la Siq Trail, la Canyon Trail, la Malaqi Trail y la Ibex Trail.
- Relajarse en alguno de sus populares baños termales.
Madaba
Madaba, conocida como la ciudad de los mosaicos, fue otra de las sorpresas de este viaje. Ya que habíamos leído que, aún siendo un destino muy popular entre los turistas, no era nada del otro mundo y se podía prescindir totalmente de su visita. Sin embargo, nosotras disfrutamos muchísimo del día que dedicamos a conocer esta ciudad. Quizá también porque aquí vivimos una experiencia muy auténtica al ser invitadas por unos locales a compartir una cena con ellos y vivir así uno de los momentos más populares del Ramadán: cuando rompen el ayuno.
Sea como sea, Madaba es una ciudad popular por poseer algunos de los mosaicos más valiosos de la época bizantina y omeya. De entre los cuales destaca especialmente el que se encuentra en el suelo de la Iglesia Ortodoxa Griega de San Jorge, ya que con sus más de dos millones de azulejos de colores representa el mapa más antiguo que se conserva de Jerusalén y la Tierra Santa.
A todo esto hay que añadirle que se trata de una ciudad muy fácil de recorrer, pues todos sus puntos de interés se encuentran muy cercanos unos de los otros.
Imprescindibles que ver en Madaba
- Iglesia ortodoxa de San Jorge, que como ya hemos comentado contiene el famoso Mosaico de Madaba o Mapa de Madaba, la representación cartográfica más antigua de Jerusalén y la Tierra Santa. Éste se encontró en el momento en el que se construyó esta nueva iglesia sobre los restos de una iglesia bizantina.
- Iglesia de San Juan Decapitado: incluye la visita a la iglesia, un pequeño museo, las catacumbas y subir a su campanario, donde disfrutaréis de unas preciosas vistas de la ciudad. Una visita muy interesante y completa. Porque aunque el museo es realmente pequeño, los vestigios y catacumbas que esconde de una antigua ciudad de hace 3.000 años nos parecieron brutales. Al igual que las vistas desde lo alto de su campanario.
- Precio de la entrada: 1 JOD (=1’36)
- Mezquita del Rey Hussein: esta mezquita, la más importante de la ciudad, fue nuestro gran descubrimiento de Madaba. Pues nos acercamos a visitar su interior sin estar seguras de si realmente lo podríamos hacer. Y no solo nos dejaron entrar a verla (que por cierto es impresionantemente bonita) sino que aprendimos muchísimo, ya que nos acompañó uno señor súper amable que nos contó mil cosas sobre este lugar y la religión musulmana. Una visita preciosa e interesante que no os podéis perder.
- Centro de la ciudad: no os olvidéis de recorrer el centro de la ciudad, la mejor manera de vivir el ambiente de ésta e impregnarse de él.
¿Cuánto tiempo dedicarle a Madaba?
Como os hemos comentado Madaba es una ciudad muy fácil de visitar, así que en un solo día podréis visitar ésta y el Monte Nebo. Otra visita típica de Jordania que, al encontrarse cerca de esta ciudad, ambas visitas se suelen combinar.
Restaurantes recomendados en Madaba
- Fokar & Bhar Restaurant: según nos dijeron en nuestro hotel este restaurante es el mejor de Madaba, tanto por calidad como por precio. Pues sirven comida típica de la auténtica y de la buena, y es uno de los lugares más frecuentados por los locales. Lamentablemente nosotras no lo pudimos comprobar por nosotras mismas porque nos lo encontramos cerrado por el Ramadán.
- Haret Jdoudna: restaurante del mismo propietario que el anterior, pero más turístico. Es decir, con una decoración mucho más cuidada, pero unos precios más elevados. Y, según nos dijeron, se comía también muy bien. Pero cuando intentamos ir nos lo encontramos hasta arriba de grupos de turistas con guía y no pudimos probarlo.
- Ayola Restaurant: cafetería con mucho encanto en la que acabamos al ser el único restaurante abierto y disponible al mediodía durante el Ramadán, y que recomendamos muchísimo. Ofrece comida típica muy buena, un local muy bien ambientado y el precio de la comida es razonable. Probamos el labaneh, el queso halloumi a la plancha, las samosas y los falafels. Todo buenísimo, especialmente el pan de pita que parece recién hecho.
- Precio: cuatro platos con dos limonadas por 19’25 JOD (=25€), con los cuales comimos las tres.
- Habiba Sweet: tienda de dulces típicos en la que compramos una caja de dulces de frutos secos para llevar como agradecimiento a la cena en la que nos invitaron. Un lugar súper recomendable para comprar unos dulces o merendar.
El Monte Nebo
El Monte Nebo es otra visita muy típica en Jordania ya que, según los relatos bíblicos, es el lugar desde donde Moisés avistó la Tierra Prometida antes de morir. Y es que desde sus 710 metros de altura ofrece unas increíbles vistas a Jericó, el Mar Muerto, el río Jordán y hasta de Jerusalén cuando el cielo está despejado.
Debido pues a su importancia religiosa, en la época bizantina, se construyó una iglesia en este lugar. De la cual, actualmente, no encontramos su estructura original, pero sí se conservan sus impresionantes mosaicos bizantinos. Unos grandes mosaicos muy bonitos que tienen unos 3.000 años de antigüedad.
Si queréis incluir el Monte Nebo en vuestra ruta tened en cuenta que su visita es bastante rápida, así que por su cercanía con la ciudad de Madaba podéis fácilmente combinar ambos destinos el mismo día.
- Precio de la entrada: 3 JOD (unos 4€); no incluida en la Jordan Pass.
Áqaba
Áqaba es un destino de playa famoso por encontrarse localizada a orillas del Mar Rojo, un lugar muy popular entre buceadores por ser considerado como uno de los mejores sitios del mundo para realizar este deporte.
Y aunque la costa de Jordania precisamente no es el mejor sitio del Mar Rojo en el que bucear (ya que se dice que como Egipto no hay nada), sí que es uno de los mejores lugares para los principiantes. Y es que Áqaba, ofrece inmersiones espectaculares muy cerca de la costa, a poca profundidad, y por tanto accesibles para cualquier persona que quiera realizar un bautizo de buceo o se esté sacando el Open Water, el curso inicial.
De hecho, hay pocos lugares en el mundo en los que un principiante pueda bucear entre los restos de un barco hundido como pasa en esta costa. Donde encontramos el famoso Cedar Pride, un pecio que se localiza tan cerca de la playa que se puede llegar a él incluso nadando.
Eso sí, aunque mucha gente finaliza su ruta en este destino para relajarse y disfrutar de sus playas y sus aguas turquesas, no os esperéis el paraíso. Áqaba es una ciudad costera moderna repleta de grandes edificios, centros comerciales y restaurantes, por lo que no se caracteriza precisamente por su belleza. Y su costa, aunque bonita, está repleta de grandes resorts que hacen que, a mi parecer, pierda muchísimo encanto. Además, las playas están sucias y muy poco cuidadas, algo que contrasta mucho con el precioso color de sus aguas.
Así pues, os aconsejo que finalicéis vuestra ruta por Jordania en Áqaba solo si tenéis la intención de bucear o hacer snorkel. En otro caso, tened en cuenta que no es el destino paradisíaco que podríais esperar.
Pero si sois buceadores, no dudéis. Sus corales, tortugas y peces de colores os están esperando en un gran número de puntos de inmersión muy interesantes.
Qué ver y hacer en Áqaba
- Bucear en sus aguas: algunas de las inmersiones más populares de Áqaba son el Cedar Pride (el barco hundido), el Jardín Japonés (Japanese Garden) y la Power Station (el que dicen que es el hogar de las tortugas). También encontraréis bajo el mar un Museo Militar Submarino muy peculiar en el cual podréis bucear entre tanques de guerra, un avión y otros objetos militares. De hecho, tanto el Cedar Pride como los componentes militares de este museo han sido hundidos deliberadamente en el mar para crear arrecifes artificiales con la intención de regenerar y prosperar la vida marina de la zona. Algo que, aunque es muy atrayente y tiene un objetivo positivo, también puede generar un poco de controversia.
- Precio de la inmersión: unos 45€ la inmersión con el equipo de buceo completo. En caso de que hagáis más de una, sale a cuenta porque os hacen un pack y la inmersión sale a 35€. Sea como sea, es muy práctico si como hicimos nosotras os alojáis en un hotel que tenga su propio centro de buceo.
- Relajarse en alguna de sus playas: os aconsejamos que visitéis playas turísticas e incluso las de algún resort. Como más alejadas de la ciudad, mejor. Aunque tengáis que pagar, os aseguro que valdrá la pena. Tanto porque os las encontraréis más limpias como para evitar vivir momentos incómodos con los locales (en especial en el caso de las mujeres). Las playas públicas, lamentablemente, acostumbran a estar muy sucias. Y las miradas lascivas y comentarios de los hombres hacia las mujeres turistas no faltan. Así que tomad nota de todo esto. La playa más recomendada es la del Berenice Beach Club (unos 11-13 JOD la entrada), pero si queréis hacer snorkel yo os aconsejo ir a la de al lado, que se encuentra justo delante del punto de buceo que se llama “Jardín Japonés», para disfrutar de la vida marina del Mar Rojo. Es una playa pública pero el color del agua es precioso. Y a primera hora de la mañana suele estar tranquila.
- Pasear por el centro de la ciudad: Áqaba no es una ciudad súper bonita, pero me sorprendió encontrar bastantes murales de arte callejero. Así que si os sobra algo de tiempo o os acercáis al centro a comer, aprovechad para conocer un poco la ciudad.
- Visitar la preciosa mezquita Sheikh Zayed, situada a las afueras de la ciudad.
- También os podéis acercar a ver el Castillo de Áqaba (entrada 3 JOD).
¿Cuántos días dedicarle a Áqaba?
Nosotras le dedicamos un día entero. Y con estas 24 horas por la zona nos dio tiempo de ir a la playa, hacer una inmersión, disfrutar de la piscina del hotel y pasear por la ciudad. Pero, si os soy sincera, yo habría alargado medio día o un día entero más. Porque me faltó tiempo para poder hacer más inmersiones.
Así pues, si sois aficionados al buceo, yo os aconsejo dedicarle por lo menos dos días a esta zona. Para poder hacer varias inmersiones a la vez que poder visitar todo y relajaros.
Restaurantes recomendados en Áqaba
- Khubza & Seneya: restaurante muy popular de Áqaba por la gran relación calidad-precio que tiene, además de la gran variedad de platos locales que ofrece. Probamos el halloumi a la plancha, el humus y un plato muy peculiar que describía como “huevos con queso”, y resultó ser como una especie de tortilla esponjosa con queso.
- Precio: cuatro platos más la bebida por 10’75 JOD (unos 14’9€).
- Restaurante Alshinawi: mi preferido en Áqaba. Restaurante local con una terraza muy agradable y una extensa carta de platos tradicionales del oriente medio. En éste por tanto probamos platos que hasta el momento no habíamos encontrado en otros restaurantes, como el shakshuka, el ful mudammas y el manakish (como una especie de pizza hecha sobre pan de pita). Todos ellos deliciosos, al igual que el baba ganoush y las limonadas de menta. ¡Así que no os podéis perder este lugar!
- Precio: cena para tres por 14’44 JOD (unos 20€).
La Reserva Natural de Dana
La Reserva de la Biosfera de Dana es sin duda mi espinita de Jordania. Ese lugar al que quería ir pero que finalmente excluimos de nuestra ruta por dos razones: no solo por falta de tiempo, sino porque no teníamos claro si sería el mejor destino al que ir con un bebé. Ya que Dana es conocida por los viajeros como el paraíso del senderismo.
Estamos hablando de una increíble reserva natural que forma parte del Gran Valle del Rift y que ocupa un territorio de unos 300 kilómetros cuadrados, siendo así la reserva natural más grande del país. De manera que sus impresionantes montañas, valles y formaciones geológicas las encontramos a medio camino entre el Mar Muerto y Petra, cerca de la popular Carretera del Rey. Albergando una flora y una fauna única entre la que destaca el íbice nubio (o ibex nubio) y el lirio negro (Iris nigricans).
A todo esto, hay que añadirle que la Reserva de Dana no es un destino típico de las rutas turísticas por Jordania, por la cual cosa es un lugar muy auténtico, poco abarrotado y, por tanto, muy tranquilo. Así que no os olvidéis de tener en cuenta este destino a la hora de planear vuestra ruta por Jordania.
¿Cuántos días dedicarle a la Reserva de Dana?
Por lo que he leído hay que dedicarle por lo menos 24 horas a este destino, tanto para poder realizar alguna de sus increíbles rutas como para relajarse y dormir bajo las estrellas en alguno de sus campamentos beduinos.
Si podéis dedicarle un día y medio o incluso dos días, mejor que mejor. Aunque yo solo lo haría en el caso que dispongáis de suficiente tiempo y que seáis aficionados al senderismo.
La Carretera del Rey y sus castillos
La Carretera del Rey es una carretera escénica que atraviesa gran parte del país, de norte a sur, y que corresponde a una antigua ruta comercial de hace más de 5.000 años de antigüedad.
A lo largo de ésta podemos encontramos varios lugares de interés, entre los cuales destacan los castillos, así como un gran número de miradores panorámicos espectaculares. Aunque ya solo por recorrerla en coche, disfrutaréis de paisajes que os dejarán con la boca abierta.
El tramo más popular es el del sur, antes de llegar a la famosa ciudad de Petra. Mientras que los castillos más visitados de esta ruta son los Castillos de Karak y Shobak, dos castillos que fueron construidos por los cruzados en el siglo XII.
El Castillo de Karak es una de las fortificaciones más importantes de la Época de las Cruzadas de todo el Oriente Medio. Y, aunque actualmente se encuentra bastante en ruinas, se dice que las vistas desde éste son realmente espectaculares.
El Castillo de Shobak tampoco se encuentra muy bien conservado, pero se dice que si se dispone de tiempo, merece la pena su visita. De hecho, lo encontramos ya en el último tramo de esta carretera, muy cerca de Petra. Y para llegar hasta él, hay que coger un pequeño desvío.
¿Cuánto tiempo dedicarle a la Carretera del Rey y sus Castillos?
Esta carretera se recorre entera en unas cuatro horas, pero podéis dedicarle más o menos tiempo dependiendo de lo que os interese y por tanto de las paradas que realicéis.
Nosotras no la recorrimos al completo, sino que nos unimos a ella después del Mar Muerto, justo el tramo más al sur. El más popular ya que te lleva hasta Petra.
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