Cuando preguntamos recomendaciones para organizar nuestro viaje por Cantabria la palabra que más escuché sin duda fue «Liébana». Y ahora que he visto y disfrutado de esta preciosa comarca, entiendo perfectamente porqué todo el mundo dice que el Valle de Liébana es un imprescindible en cualquier ruta por Cantabria.
Liébana es una de las comarcas más naturales y rurales de Cantabria. Una zona con muchísimos lugares con encanto. Un destino perfecto para descansar y conectar con la naturaleza.
Es por esto que he decidido dedicarle un artículo exclusivamente a esta zona. En éste no solo os explico las mejores cosas que podéis ver y hacer en Liébana, sino que además os hablo de nuestro alojamiento y de algunos restaurantes recomendados.
QUÉ VER Y HACER EN LA COMARCA DE LIÉBANA
Maravillarse con el Desfiladero de la Hermida
Con 21 quilómetros de longitud, este impresionante desfiladero es el más grande de la Península Ibérica y, me atrevería a decir, uno de los más bonitos.
Por el transcurre el popular río Deva, así como la carretera N-621, la carretera que te lleva hasta el Valle de Liébana. Por tanto, una de las primeras cosas que, sin buscarlo, vais a disfrutar en esta zona, es del increíble paisaje de carretera que crean las imponentes paredes de piedra caliza que se alzan a ambos lados. Es decir, que desde la carretera misma ya podréis ver el desfiladero.
Pero si me dejáis una recomendación, no os quedéis solo con la perspectiva de abajo. Hay un par de miradores en esta zona que os permitirán verlo desde arriba. Y os aseguro que no tiene desperdicio.
El mejor mirador sin duda es el Mirador de Santa Catalina, al cual llaman el balcón del Desfiladero de la Hermida. Éste ofrece la impresionante imagen del desfiladero con los Picos de Europa al fondo. Simplemente increíble.
Dispone de un pequeño balcón de hierro forjado que le da un toque muy especial (aunque quizá un tanto vertiginoso para aquellos que os den impresión las alturas). Para llegar hasta él desde la carretera N-621 debéis tomar el desvío a la derecha hacia la carretera CA-282 Linares-Puentenansa. Os tomará unos 20 minutos llegar hasta éste, pero os aseguro que valdrá la pena.
Subir al Teleférico Fuente Dé y disfrutar de alguna ruta
El Teleférico de Fuente Dé es sin duda la atracción estrella de la zona de Liébana. Se trata de un teleférico que se encuentra situado en pleno Parque de los Picos de Europa. Este teleférico realiza un desnivel de 753 metros a una velocidad de 10 metros por segundo, subiendo así a las personas a una altitud de 1.823 metros en tan sólo 4 minutos.
Al final del teleférico encontraréis el famoso mirador de Fuente Dé o Mirador del Cable, popularmente conocido como “el balcón de los Picos de Europa”. Aquí encontraréis sin duda una de las vistas más impresionantes de la zona.
Después de disfrutar de estas espectaculares vistas no os podéis ir sin hacer alguna de las rutas que ofrece el parque. Yo os recomiendo la ruta de los puertos de Áliva, donde os encontraréis paisajes alucinantes y os cruzaréis con muchos animales. Es una ruta bastante sencilla que no requiere de tener una gran condición física.
De hecho, si os animáis, por esta misma ruta podéis bajar hasta abajo del todo, por lo cual cosa no tendríais que coger el teleférico de vuelta.
La ruta completa de los puertos de Áliva es de 14’5 quilómetros, todo en descenso. Está calificada como una ruta de dificultad baja y, para realizarla, se calcula una duración aproximada de unas 4 horas y 15 minutos (más o menos según la condición física que tengáis y el rato que paréis a hacer fotos; especialmente si os quedáis embobados con los animales como yo).
Las entradas del teleférico las podéis comprar por internet, en la página web oficial, o bien al momento en la taquilla. Tenéis que tener en cuenta que éste es un lugar muy popular, especialmente los fines de semana, por lo que a medida que va avanzando la mañana se suelen generar unas largas colas (¡pueden llegar incluso a las 3 horas de espera!). Es por eso que os aconsejo o bien comprar los tiquets online con antelación (aunque se agotan rápido) o bien venir a primera hora como hicimos nosotros (en nuestro caso llegamos unos 10 minutos antes de que abrieran las taquillas y a penas esperamos).
- Precio: 18€ ida y vuelta (7€ los niños) y 11€ ida (4€ los niños).
- Horario: de 8 a 19h.
Visitar algunos de los pueblos con más encanto de Cantabria
En la zona del Valle de Liébana podemos encontrar algunos de los pueblos más bonitos de Cantabria. Pueblos de montaña muy bien conservados que presentan las típicas casas tradicionales de piedra y que se encuentran situados en un enclave inmejorable, en plena naturaleza.
Entre todos los pueblos de Liébana hay especialmente tres pueblos a destacar, pues son considerados los más bonitos de la zona: Potes, Mogrovejo y Beges.
No podéis dejar de visitarlos y perderos por sus calles, puesto que es sin duda una de las mejores cosas que podéis hacer en esta zona.
Si queréis más información sobre estos pueblos podéis consultar nuestro artículo de «Los 8 pueblos más bonitos de Cantabria», en el cual ni Potes ni Mogrovejo podían faltar.
Alucinar con las vistas de algunos de sus miradores
En esta zona podréis encontrar varios miradores que ofrecen unas vistas increíbles al Valle de Liébana, sus montañas y a los Picos de Europa. Algunos de los más conocidos son el Mirador de Liébana, el Mirador de Piedrasluengas, el Mirador Collado de Llesba y el mirador de Santa Catalina, del qual ya os hemos hablado anteriormente.
Nosotros visitamos el mirador de Liébana y el de Santa Catalina y, si hemos de escoger, sin duda nos quedamos con el último. El Mirador de Liébana ofrece unas vistas muy bonitas, pero creemos que si no os encontráis en algún pueblo de la zona, ir hasta él no vale la pena (más teniendo en cuenta que en Fuente Dé no os faltarán vistas de espectáculo).
Visitar el Monasterio de Santo Toribio de Liébana
Precioso monasterio franciscano que fue declarado Monumento Histórico Artístico al presentar el mayor trozo que se conserva de la Cruz de Cristo (“Lignum Crucis”). Es por tanto un lugar de peregrinaje muy popular.
El edificio más importante de este complejo es la iglesia, de estilo gótico mayoritariamente, la cual se puede visitar. El “Lignum Crucis” lo encontramos en una bonita capilla de estilo barroco.
- Precio: entrada gratuita.
- Horario: todos los días de 10 a 13h y de 16 a 18h (en verano hasta las 19h).
Relajarse, desconectar de todo y disfrutar de la gastronomía de esta zona
La comarca de Liébana goza de un clima particular diferente al resto de Cantabria. Debido a este microclima su cocina se diferencia de la del resto de la región.
De hecho, la gastronomía de Liébana es de las más destacadas de Cantabria. Tanto, que Liébana fue declarada como ‘Comarca de Excelencia Gastronómica’ por La Federación de Academias de Gastronomía de los Caminos de Santiago, tanto por su variedad como por la calidad de los productos de esta zona. No es de extrañar pues que una de las mejores cosas que hacer en el Valle de Liébana sea disfrutar de su comida.
Entre sus platos más tradicionales destacan el guiso lebaniego, otros guisos de carnes y sus quesos. Os explicamos algunos de los más conocidos:
- Cocido lebaniego: se trata del guiso más popular de la zona y está hecho a base de garbanzos, patatas y berzo (o repollo) servidos con distintos tipos de carne (entre las cuales no suele faltar el chorizo, la morcilla, el tocino, el hueso del jamón y la carne de ternera) y un relleno, que es una masa hecha de miga de pan, chorizo, huevo y perejil. Es un plato por tanto muy contundente que antiguamente utilizaban para entrar en calor.
- Quesos lebaniegos: los quesos de esta zona tienen muy buena fama, especialmente el queso Picón de Bejes-Tresviso y los Quesucos de Liébana, los cuales presentan Denominación de Origen. Es por esto que una de las mejores cosas que podéis hacer en Liébana es realizar alguna cata de quesos, ya sea visitando queserías o pidiéndoos un surtido de quesos en cualquiera de sus restaurantes.
- Canónigo: postre típico de la zona hecho a base de natillas coronadas con merengue y un poco de caramelo. No es un postre espectacularmente bueno, pero reconozco que entra realmente bien.
Además de disfrutar de la cocina de este valle, aprovechar para desconectar de todo y relajaros, porque el paisaje de esta zona invita a hacerlo.
Os aseguro que tan pronto como crucéis el Desfiladero de la Hermidera vuestra cabeza hará un clic y conectará con la naturaleza… Y es que el aire que se respira aquí es totalmente diferente y se nota.
DONDE COMER EN EL VALLE DE LIÉBANA
- Restaurante Hotel del Oso: restaurante muy popular de la zona que nos habían recomendado. Intentamos comer en él pero no hubo manera, tenían ya todos los días al completo. Os lo dejamos por si vosotros tenéis más suerte, porque la verdad es que tanto las referencias que teníamos como las críticas que hemos leído son muy buenas. Aquí podéis probar el típico cocido de montaña, el lebaniego o el montañés. Me dijeron que además se puede pedir sin carne, algo a tener muy en cuenta para los vegetarianos. Además en la carta encontraréis, aparte de carne, pescado, rabas y otros, opciones vegetarianas como la ensalada de verduras con frutos secos y quesos de Liébana, tortillas, crema de verduras y surtido de quesos locales. Es por tanto uno de los restaurantes con más opciones vegetarianas que vimos durante la ruta (y eso que es famoso por su carne). En definitiva, que nos quedamos con las ganas pero lo tendremos pendiente para cuando volvamos.
- Precio: ensaladas por 10-15€, cocidos por 11’50€, pescados y carnes alrededor de los 20€ y postres por unos 5-6€
- Dirección: Barrio Areños, 2, 39582 Areños – Cantabria.
- Restaurante del Hotel Rebeco: restaurante del Hotel Rebeco, sitio en el que nos alojamos durante nuestra estancia en la zona de Liébana. Cenamos aquí la primera noche, por comodidad, ya que no hay muchas más opciones en Fuente De, y la verdad es que nos gustó mucho. Se trata de un restaurante típico de montaña que sirve comida sencilla pero con productos locales de calidad. Cenamos una ensalada de tomate, un revuelto de setas, unas alcachofas con jamón y un surtido de quesos. Luego, para rematar, probamos uno de los postres típicos de la zona, el canónigo. En definitiva, que salimos rodando, porque nos pasamos pidiendo sin tener en cuenta que los platos en Cantabria suelen ser generosos. Eso sí, salimos contentos.
- Precio: unos 25€ por (con vino y un postre).
- Dirección: Fuente Dé, CP: 39588, Camaleño – Cantabria.
- Taberna La Barrica: se trata de uno de los restaurantes más recomendados de Potes. Posiblemente no solo por su comida, sino también por su situación, ya que presenta una terraza con bonitas vistas sobre el río. Probamos varios platos, todos muy buenos. A mí me gustó mucho la ensalada de tomate con queso fresco de Liébana (mi perdición por los quesos de esta zona fue máxima) y a mi padre el pulpo con helado de alioli (muy original la verdad). El trato además fue realmente bueno, el precio correcto y estuvimos muy a gusto en la terraza. Eso sí, al ser el número 1 de Tripadvisor debéis reservar si os queréis asegurar de tener mesa.
- Precio: sobre los 25€ por persona.
- Dirección: Calle Dr. Encinas, 11, 39570 Potes – Cantabria.
DONDE ALOJARSE EN EL VALLE DE LIÉBANA
Hotel Rebeco
Hotel situado en Fuente Dé, en un entorno natural excepcional, justo en el corazón del Parque Natural de Los Picos de Europa. Su cafetería dispone de una terraza con unas increíbles vistas a las montañas. Y es que sin duda una de las mejores cosas de este alojamiento es su localización, ya que se encuentra a menos de 5 minutos caminando del famoso Teleférico de Fuente Dé.
Nosotros lo escogimos precisamente por esto, porque como no habíamos conseguido poder reservar entradas por internet queríamos acceder al teleférico a primera hora, y llegar a las taquillas 10 minutos antes de su apertura para evitarnos las colas. Y realmente alojarnos tan cerca fue clave.
En cuanto al alojamiento, se trata de un hotel típico de montaña, sencillo pero con todas las comodidades necesarias. Dispone de restaurante y cafetería, en la cual se sirve un desayuno sencillo cada mañana.
Las habitaciones también son muy sencillas, pero cómodas y limpias. Aunque si hemos de destacar algo, además de la localización y sus preciosas vistas, sin duda sería el trato que recibimos por parte de la dirección y el personal. La verdad es que nos hicieron sentir como en casa, dándonos un trato muy familiar y cercano.
En definitiva, creemos que es un buen alojamiento como base para explorar la zona. Especialmente si queréis, como nosotros, subir al teleférico a primera hora.
- Precio: habitación doble con baño privado por 77€.
- Web del Hotel Rebeco
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