En esta publicación os explicaremos los principales lugares de interés que ver en las afueras de San Petersburgo, así como os contaremos alguna que otra visita no tan popular pero que nosotros consideramos muy interesantes. En especial para los que seáis amantes de las iglesias ortodoxas como nosotros.
Y es que una visita a la preciosa ciudad rusa de San Petersburgo no está completa sin conocer alguno de los increíbles palacios que encontramos a las afueras de la ciudad.
Palacio y jardines Peterhof
Situado a unos 29 kilómetros de San Petersburgo, a orillas del Golfo de Finlandia, encontramos el Palacio Peterhof y sus jardines, el que se dice que es uno de los palacios reales más bonitos del mundo. De hecho, se le conoce popularmente como el Versalles ruso, y fue proclamado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Es por eso que lo consideramos como uno de los lugares imprescindibles que ver en las afueras de San Petersburgo.
Se trata de un impresionante complejo que comprende formado por el Palacio Grande, el cual fue la antigua residencia de los zares rusos, otros palacios y museos, y un conjunto de jardines preciosos que conforman lo que se conoce como el Parque Superior y el Parque Inferior.
El Parque Superior comprende 15 hectáreas y se encuentra frente a la fachada sur del Gran Palacio. Es lo primero con lo que os encontraréis si llegáis hasta aquí en autobús o en tren, y lo último que veréis en caso de llegar en hidroplano. Se trata de un gran jardín de estilo francés compuesto por cinco fuentes. El acceso a éste, a diferencia de las demás zonas, es gratis.
En cuanto al Palacio Grande, la antigua residencia de los zares, está compuesto por un total de 30 salas que destacan por su ostentosa decoración, y que se pueden visitar con previo pago. Eso sí, tened en cuenta que para entrar a éste suelen crearse largas colas.
Finalmente, encontramos el Parque Inferior, que es la zona más popular y bonita de todo el complejo. Se trata de un conjunto de jardines que ocupan un total de 102 hectáreas. En él hayaremos el conjunto de fuentes más grande del mundo, formado por un total de 18 fuentes, la más famosa de las cuales es La Gran Cascada, una enorme fuente estructurada en terrazas y repletas de estatuas doradas.
Los Palacios y Jardines Peterhof es sin duda alguna una de las excursiones más populares desde San Petersburgo. Contad que la visita os ocupará por lo menos una mañana entera (entre que vais, lo visitáis y volvéis). Nosotros llegamos al centro de San Petersburgo de vuelta justo para la hora de comer.
También es importante que sepáis que las fuentes solo funcionan de mayo a octubre, por lo que se recomienda visitarlos dentro de estas fechas para disfrutar de la visita con todo su esplendor.
- Precio: el Parque Superior es gratis, la entrada al Gran Palacio cuesta 1.000 rublos (12’26€) y la entrada al Parque Inferior 900 rublos (10’94€)).
- Horarios: el Gran Palacio está abierto de 10’30h a 19h (los jueves hasta las 21h) y el Parque Inferior de 9h a 20h.
Cómo llegar:
– Hidroplano: la opción más cara pero la más cómoda y rápida. Se trata de unos barcos que parten de un embarcadero que se encuentra detrás del Palacio de Invierno (es decir del Museo Hermitage, en pleno centro de la ciudad) y llegan directamente al embarcadero del Palacio (donde podéis comprar las entradas a las diferentes secciones del complejo solo llegar). Otra cosa a considerar es que con el hidroplano podréis disfrutar de las vistas del Golfo de Finlandia y del río Neva. Los tiquetes cuestan 1.600 rublos ida y vuelta (19’5€) y los podéis comprar en cualquiera de los muelles al momento, o online con anterioridad, en alguna web como esta que os dejamos. El hidroplano tarda solo 30 minutos en realizar el trayecto y pasa con una frecuencia de 15 minutos desde las 10h de la mañana, cuando sale el primero en dirección al Palacio.
– Tren: la peor opción de todas, puesto aún y ser muy económica no es para nada cómoda, ya que la estación se encuentra bastante alejada del Palacio y tendréis que caminar unos 25 minutos. Y teniendo como otra opción económica el autobús, el cual te deja muy cerca, creemos que esta no vale la pena. El billete cuesta unos 80 rublos y se coge desde la parada Baltiysky vozkal hasta Novy Petrodvorets.
– Autobús: la mejor opción relación calidad-precio (barata, pero conlleva tiempo; aunque a diferencia del tren te deja delante del Palacio). Hay varios autobuses que salen del centro de San Petersburgo hacia el Palacio Peterhof, entre los cuales los más utilizados son el 200, el 210 y el K-404 (este último pasaba justo delante de nuestro hotel). El precio del billete sencillo es de 140 rublos (1’7€) y el trayecto dura una hora y media aproximadamente. Nosotros es la opción que escogimos porque la diferencia de precio con el hidroplano nos pareció muy exagerada, y teniendo en cuenta que teníamos una parada de autobús al lado de nuestro hotel, nos pareció la mejor opción.
*Una buena opción podría ser combinar el hidroplano con el autobús, para que no fuese tan caro pero que a la vez no perdieseis tanto tiempo en el traslado. Es decir, por ejemplo coger el autobús para llegar hasta aquí y volver en hidroplano, o viceversa. Así también vivís ambas experiencias.
Catedral de los Santos Pedro y Pablo
Preciosa iglesia de estilo ruso no muy conocida que se encuentra situada muy cerca del Palacio y los Jardines Peterhof, justo en la carretera Prospekt Sankt-Peterburgskiy, la misma por la que circula el autobús que te lleva de la ciudad al palacio.
Nosotros teníamos esta Iglesia apuntada como una visita especial, al ser bonita pero poco turística, y nos llevamos una gran decepción al encontrárnosla en reformas y por tanto cubierta completamente de andamios.
Dicen que luce muchísimo con sus paredes de repleta de relieves de colores y sus cinco cúpulas verdes y doradas. Así que tendremos que volver para comprobarlo.
Sea como sea, por su belleza y su localización tan cercana al famoso Palacio Peterhof, consideramos que es uno de los lugares a tener en cuenta de ver en las afueras de San Petersburgo.
Palacio Santa Catalina
El Palacio de Santa Catalina es otro precioso palacio que también funcionó como residencia de verano de los zares. Se encuentra localizado en la ciudad de Pushkin, a unos 25 km al sureste de San Petersburgo.
Nosotros no lo pudimos visitar por falta de tiempo. Tuvimos que elegir entre uno de los dos palacios y finalmente nos decantamos por el Peterhof, ya que nos llamaban la atención sus jardines y el hecho de poder visitar a la vez la Iglesia de los Santos Pedro y Pablo (que luego tuvimos la mala suerte de encontrárnosla en reformas). Pero creemos que si tenéis tiempo es uno de los lugares más recomendables de ver en las afueras de San Petersburgo.
Sus interiores dicen que son alucinantes, y que destilan lujo y exuberancia por todos lados. De entre todas las salas destacan especialmente el Salón de Baile y la Cámara de Ambar, la antigua habitación del zar, repleta de paneles, muebles y otros objetos realizados con preciosas piedras de ámbar. En esta última no se pueden realizar fotografías a causa de su delicadeza.
- Precio: 700 rublos (8’66€). Niños entrada gratuita.
- Horario: de 12h a 19h. Martes cerrado.
Cómo llegar: realizando una excursión guiada, en taxi o en transporte público. La última es la opción más económica. Para hacerlo debes ir hasta la estación de metro y una vez allí en la parada más cercana de autobús coger cualquiera de los siguientes: 286, 299, 342 o el K-299, K-342 y K-545. El trayecto del autobús hasta el castillo es de unos 30 minutos. Otra opción sería coger un tren hasta la estación de trenes de Pushkin, y una vez allí coger cualquiera de los siguientes autobuses que tienen parada en el palacio: 371, 382, K-371, K-377 o K-38.
Iglesia de la Intercesión
Impresionante iglesia ortodoxa de madera de la cual se dice que es un pequeño clon de la famosa Iglesia de la Transfiguración de la Isla de Kizhi. Es muy poco conocida pues se encuentra situada a las afueras de la ciudad, a unos 20 km del centro, a orillas del río Neva. Pero tan pronto como la descubrimos en las redes sociales se nos puso entre ceja y ceja venir hasta aquí a conocerla. ¡Y os aseguramos que valió la pena! Para nosotros es sin duda uno de los mejores lugares que ver de las afueras de San Petersburgo.
La Iglesia de la Intercesión se encuentra en el Complejo Bogoslovka, donde encontramos, además de la iglesia, un museo, un campanario, la Santa Capilla y una especie de taller donde encontrarás una cúpula como las de la iglesia.
Es una iglesia realmente impresionante, y muy original y diferente a las demás por ser de madera. Cuenta con un total de 25 cúpulas encebolladas llenas de una especie de escamas. Podría uno pensar que al ser toda de un mismo color no puede ser tan impactante como otras de las iglesias que habréis visto, pero os aseguramos que supera a muchas en belleza. Además de que se encuentra emplazada en un lugar hermoso, rodeada de campos verdes y de bosque.
Se puede visitar su interior, el cual nos pareció también hermoso, con las paredes repletas de preciosos murales de colores y muchísimas velas. Para visitarlo tened en cuenta que hay que respetar sus costumbres, por lo que las mujeres debemos taparnos el pelo. Pero no os preocupéis que en la entrada os ceden pañuelos.
- Precio: entrada gratis.
Cómo llegar: coger el metro hasta la parada Lomonosovskaya; una vez salgáis del metro, en frente de la entrada de éste, encontraréis una parada de autobús. Aquí debéis coger el autobús número 476, pasa con una frecuencia de unos 10 minutos. El billete sencillo cuesta 32 rublos y el trayecto hasta la parada que está al lado de la iglesia dura 20 minutos. Podéis comentarle al conductor que os avise de la parada, pero no os costará ver cuando debéis bajaros porque la iglesia está junto a la carretera, por lo que la veréis fácilmente.
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